¡Era tan canalla la verdad!
Que tuve que desnudar
la más honrada mentira.
¡Era tan dulce la maldad!
Que quise probar
el sabor amargo
de las coronas de espinas.
¡Era tan triste la realidad!
Que pude reventar la coraza
y contagiarme de la eterna sonrisa.
¡Era tan pobre la venganza!
Que supe saborearla
y arrastrarla hasta la orilla.
¡Era tan pequeño el Universo!
Que obtuve la grandeza
de poder acariciar la VIDA.

Hoy siento algo más cerca estos maravillos versos mi querido pirata, son muy bellos, escribes de lujo.
Un abrazo🌹
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Gracias, un saludo
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Palabras que trascienden la realidad y se quedan en el alma.
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